Cuento corto: “Un banco en el oeste de Londres”

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Dec 08, 2023

Cuento corto: “Un banco en el oeste de Londres”

El banco de la vida real que inspiró esta historia. Foto del autor. Algo a considerar al leer/escuchar: ¿Cuán frágil es nuestra comprensión de nosotros mismos y de quienes nos rodean? ¿Somos solo uno?

El banco de la vida real que inspiró esta historia. Foto del autor.

Algo a considerar al leer/escuchar: ¿Cuán frágil es nuestra comprensión de nosotros mismos y de quienes nos rodean? ¿Estamos a sólo un descubrimiento de reconsiderar todo?

Hay un banco, en Eel Brook Common, en el oeste de Londres, dedicado a la memoria de un perro.

Nos da instrucciones estrictas de que mamá no debe enterarse de la existencia del banco hasta su cumpleaños la semana siguiente, porque quiere que sea una sorpresa. Pero esto se vuelve bastante complicado cuando los homenajes comienzan a llegar a Facebook. En cuestión de horas, el muro de mamá se llena de gente que le dice que extrañarán su honestidad, sus pasteles de rock y su asqueroso sentido del humor.

El ayuntamiento no hace devoluciones, y si queremos cambiar la placa, no podrán hacerlo hasta dentro de dos meses como mínimo.

La noche antes del cumpleaños de mamá, no termino de trabajar hasta la una de la madrugada y luego solo consigo dormir como máximo dos horas. Tengo que recoger la comida de la fiesta en el camino, del proveedor de catering especializado de Lydia, todo sin gluten, sin lácteos y sin azúcar para adaptarse a sus intolerancias alimentarias definitivamente no inventadas.

La música cambia a “Red, Red Wine” de UB40, y Marcos y la actriz que interpreta a mamá se pelean entre sí mientras todo el público aúlla de risa. Y me doy cuenta de que la risa nace del reconocimiento. No se ríen de lo que ven, se giran el uno hacia el otro, se saludan con la cabeza en reconocimiento de lo que representa. Es una risa cómplice. Una broma interna enorme y hilarante.

[Doe Wilmann publicó por primera vez este artículo en su podcast de cuentos, Meaningless Problems.]

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